Melasma, derivado del griego melas (que significa negro), es el término utilizado para describir una hiperpigmentación de color marrón, localizada en la cara. Son manchas distribuidas de forma simétrica, irregular, que pueden fundirse con la piel normal o bien presentar un límite preciso. Aunque no respeta raza ni sexo es más frecuente en mujeres de origen hispano y habitantes de países tropicales. Los hombres se afectan esporádicamente, con las mismas características clínicas que las mujeres, aunque se observa historia familiar en el 70% de los casos.
En su génesis han sido implicados múltiples factores: anticonceptivos orales embarazo, cosméticos, genéticos, endocrinos. Es evidente que la luz solar desempeña un papel importante; así se explicaría la localización electiva en zonas fotoexpuestas.
El tratamiento del melasma es complicado y a menudo requiere tratamientos combinados sin alcanzar muchas veces el resultado deseado.
Son importantes una serie de medidas generales:
La fotoprotección. Es obligado el uso de pantalla solar todo el tiempo, porque incluso los fluorescentes o luces azules que emiten los ordenadores manchan la piel. Las pantallas solares físicas (con color) son más efectivas que las químicas(sin color). Probablemente una de las medidas más importantes en el tratamiento es evitar el sol, aunque tengamos el protector puesto. Es necesario insistir en que si no hay una adecuada fotoprotección el tratamiento no sirve de nada.
Otras medidas terapéuticas:
Agentes despigmentantes con cremas que contengan hidroquinonas. Es recomendable el uso nocturno de estas sustancias.
Cremas con otros productos, entre los cuales están: tretinoína, ácido azelaico o ácido kójico.
Lo más efectivo es la combinación de múltiples métodos que pueden incluir despigmentantes químicos, homogenizadores de la piel, protección solar estricta, peeling, sesiones de MAG, etc
El LASER NO ES ÚTIL en el tratamiento del Melasma y en muchos casos lo puede incluso empeorar
El ácido tranexámico actúa inhibiendo la actividad de la plasmina inducida por los rayos ultravioletas en los queratinocitos. Esto produce una disminución de la tirosinasa que es el enzima responsable de producir el pigmento de la piel (melanina). Varios trabajos han demostrado la eficacia de las micro-inyecciones MAG de ácido tranexámico con una mejoría a partir de la cuarta semana y una mejoría más notable a partir de las octava y decimosegunda semana.
El sistema del microneedle MAG consiste en el uso de múltiples micropunciones para facilitar la absorción del medicamento que estamos administrando. En este caso de utiliza para favorecer la entrada del ácido tranexámico en nuestra piel. Es un tratamiento prácticamente indoloro, que como no deja marca, no altera el día a día de los pacientes.
El uso del ácido tranexámico se ha convertido en una herramienta más en el tratamiento del melasma, y especialmente en aquellos casos más resistentes.