Es un trastorno inflamatorio de la piel que cursa en brotes y se caracteriza por la aparición de lesiones rojizas que pican mucho. Es frecuente la afectación de las mucosas. Es más común en las mujeres y en los adultos es raro en los niños.
Es importante conocer su posible asociación al virus de la hepatitis C.
Las lesiones consisten en pequeñas elevaciones rojizas de la piel, agrupadas en zonas típicas, como muñecas, tobillos, zona lumbar (aunque pueden ser generalizadas). Estas lesiones suelen producir un intenso picor. En 2 de cada 3 pacientes puede afectarse la mucosa oral, produciendo unas lesiones en forma de reticulado blanquecino.
Hay una forma de liquen mucoso más grave que consiste en la aparición de úlceras dolorosas en la boca, es lo que se conoce como liquen erosivo oral.
El liquen plano puede afectar al cuero cabelludo produciendo una alopecia cicatrizal, es decir, irreversible.
Es posible también la afectación de las uñas por el liquen plano.
El diagnóstico se realiza inicialmente por la clínica, y la confirmación mediante biopsia cutánea. Normalmente se aconseja un estudio analítico y serológico para descartar enfermedades asociadas como el virus de la hepatitis C.
Para su tratamiento se utilizan diversos preparados tópicos como los corticoides tópicos o el tacrólimus tópico. En caso de que el liquen plano sea generalizado, puede recurrirse a fármacos orales como los corticoides orales, ciclosporina o acitretino. Determinados pacientes pueden beneficiarse del tratamiento con fototerapia.
Para el intenso picor pueden ser de utilidad los antihistamínicos.