Es una alteración frecuente en la que las papilas filiformes «semejantes a pelos», que constituyen la mayor parte de la superficie dorsal de la lengua, aumentan de tamaño y espesor debido a un desprendimiento más lento de las «escamas» que se forman en sus extremos. Los factores que predisponen a este estado son: fiebre, deshidratación, reducción del flujo salival normal y de los movimientos bucales que favorecen la descamación, antibióticos (por desequilibrio de flora saprófita) y hábito tabáquico.
Las papilas aumentan su tamaño y espesor, dando el aspecto de «pelos». Es especialmente llamativo en la zona central de la lengua. Estas papilas se suelen pigmentar (por eso se conoce al proceso como «lengua vellosa negra») debido a una proliferación de gérmenes productores de pigmento.
Suele ser asintomática, pero algunos pacientes manifiestan alteraciones subjetivas como sensación de escozor, mal sabor de boca o sensación extraña al tragar.
Clínico, las papilas filiformes presentan hiperqueratosis y coloración negruzca en la superficie media del dorso de la lengua.
Cuando se eliminan los factores precipitantes, la alteración suele desaparecer. Para acelerar la recuperación puede ser útil emplear enjuagues con productos antimicrobianos y emplear cepillo de dientes en la lengua con principios activos queratolíticos (p.e . urea). Es conveniente asimismo dejar de fumar.