Es una enfermedad supurativa crónica de etiología desconocida, a menudo cicatricial, de las áreas de piel que tienen glándulas apocrinas, es decir, axilas, ingles y región anogenital. En ocasiones se asocia con acné noduloquístico grave y/o obesidad.
Nódulos y abscesos dolorosos a la palpación, con eritema suprayacente, en axilas e ingles (y región anogenital). Las lesiones pueden curar espontánemente o fistulizar hacia la superficie cutánea. En estos casos drenan un material seropurulento y posteriormente aparecen cicatrices, fibrosis, comedones abiertos y a veces unos peculiares comedones «dobles», que son característicos de esta enfermedad.
Las lesiones son muy características, por lo que el diagnóstico se realiza con los hallazgos clínicos. En ocasiones los estudios bacteriológicos de las lesiones infectadas son útiles para instaurar un tratamiento antibiótico más específico.
Se emplean combinaciones de glucocorticoides intralesionales, antibióticos orales y/o isotretinoína. Dejar de fumar y perder peso puede ayudar a conseguir la remisión. En mujeres hay casos que responden a antiandrógenos orales. En casos graves (afectación extensa con fistulización y formación constante de abscesos) se recurre a la cirugía (escisión del área afectada).