Es una reacción inflamatoria de origen desconocido que manifiesta como lesiones cutáneas asintomáticas. En ocasiones se presenta asociado a diabetes mellitus.
Inicialmente suele presentarse como pequeñas pápulas firmes con tendencia en el tiempo a confluir disponiéndose en grupos y adoptando formas anulares, arqueadas y onduladas. De forma característica aparece en dorso de manos y pies, aunque puede surgir en cualquier parte del cuerpo.
La relación entre mujeres y hombres es dos a uno. El 70% de los pacientes suelen tener menos de 30 años. La duración de la enfermedad es variable. El 50% de los pacientes no presentan lesiones a los dos años, pero el 40% experimentan recidivas posteriormente en la misma zona.
En ocasiones las lesiones se diseminan preferentemente por el tronco, perdiendo en cierta medida el componente periférico elevado y perdiendo su característica morfología «anular», constituyendo una forma diseminada («granuloma anular diseminado»). Esta forma está más asociada a la diabetes.
Existen otras variantes clínicas, con costras («granuloma anular perforante»), manchas, placas y nódulos («granuloma anular subcutáneo»).
La clínica suele ser característica, aunque la biopsia establecerá el diagnóstico. Una característica curiosa es que la realización de la biopsia puede inducir la resolución del granuloma, especialmente cuando se presenta en niños-jóvenes.
El proceso suele ser autolimitado y con el tiempo desaparece. Los corticoides tópicos potentes administrados diariamente y en ciclos separados de 3 semanas, así como inmunomoduladores tópìcos pueden acelerar la curación.