Es una infección bacteriana de la piel, caracterizada por una afectación más profunda que otras infecciones superficiales como el impétigo contagioso. Puede afectar tanto a adultos como a niños y su localización más típica son las piernas.
La lesión típica es una úlcera con una costra superficial adherida, con morfología circular, localizada en las piernas o glúteos, muchas veces con lesiones múltiples.
El diagnóstico puede realizarse clínicamente, aunque a veces es necesario realizar un cultivo de la lesión para establecer el germen patógeno
El tratamiento indicado es la administración de antibióticos orales con medidas tópicas complementarias.