La causa más frecuente de caída de pelo en es la llamada alopecia androgenética. Como su nombre indica, hay tres factores principales en su causa que son: la herencia, las hormonas masculinas y la edad.
La alopecia androgenética ocurre en un 40% de los hombres entre los 18 y los 39 años, y en un 95% de los mayores de 70 años. Es un proceso tan frecuente que casi se le puede considerar un hecho fisiológico normal. La tendencia a heredar este tipo de alopecia puede venir por parte materna o paterna. La edad de comienzo de la alopecia y su severidad varía de una familia a otra, y dentro de la misma familia varía también de unos individuos a otros. A veces, esta tendencia familiar a tener menos pelo con la edad puede no manifestarse durante generaciones en los miembros de una misma familia.
Las hormonas masculinas (andrógenos) son la causa de que ocurra este tipo de alopecia. Las personas que padecen alopecia androgenética no tienen por qué tener un exceso de andrógenos, sino que los folículos pilosos de la cabeza son más sensibles a estas hormonas.
La manifestación clínica principal es la pérdida progresiva y difusa de cabello, que el paciente va advirtiendo como una «minituarizacion» del pelo. En los varones se inicia con un retroceso de la línea de implantación (las llamadas «entradas») seguida de la pérdida de pelo en la región occipital (la llamada «coronilla»). En las mujeres suele iniciarse con perdida difusa del pelo en su parte superior.
El diagnóstico de la alopecia androgenética es un diagnóstico eminentemente clínico. Ocasionalmente puede ser de utilidad un estudio analítico si se sospecha alguna alteración hormonal
Dentro del tratamiento de la alopecia androgenética diferenciamos un tratamiento tópico y un tratamiento sistémico. Es importante recordar que cualquiera de los dos tratamientos debe ser mantenido durante largos periodos de tiempo.
El Finasteride y el Minoxidil son los fármacos que han demostrado mas efectividad. La combinación adecuada de estos con otros productos consiguen, en el peor de los casos, hacer que la enfermedad progrese lo mas lentamente posible y la mayoría de las veces frenar su evolución natural hacia la perdida del pelo. Su mecanismo de acción consiste en bloquear la acción de las hormonas masculinas pero sólo en los folículos del cuero cabelludo, teniendo una tasa de efectos secundarios muy baja. Los efectos beneficiosos empiezan a notarse a los 3-6 meses de iniciado el tratamiento y son máximos a los dos años.